12 de mayo de 2010

Juan Delgado López

Hay dos maneras de marcharte: dejando silencio y alivio o un olor agradable que juega con lo eterno. Si leen "Cuentos del Viejo Capataz" con un "Don Minero" entrañable, duro y realista como personaje principal o poemas como el que tienen a continuación, sabrán que poso deja la figura de Juan Delgado López en la Cuenca Minera de Riotinto. Descanse en paz el poeta.

DONDE EL POETA MIRA Y HABLA CON EL "MINERO", DE EVARISTO MÁRQUEZ
en Los días encontrados y otras oraciones (Antología Poética)
Juan Delgado López.


De estrellas no: de sangre y sus caminos.
Víctima del eclipse más profundo
que siglos conocieron. Resignada
sinrazón de la pena, hostia pura
en la consagración de los esfuerzos.
Hambre de luz propicia al contencioso
pleito de la mirada ennochecida
en horizonte vertical y austero.
Inestable equilibrio, que no puede
protegerte la frente del zarpazo
y el derrumbe de tanto sueño roto,
sepultado en el pozo del olvido
entre sonidos que el amor ignora.
Arcángel negro de silencio y nobles
abejas convocando el imposible
sendero hacia cosechas amarillas.
Árbol de la verdad jamás buscada
-es más fácil decir que en tus jardines
perdidos, sólo el cardo justifica
el tiempo y los abonos empleados-.
Desnudo como el dios de la palabra
más amiga de tí, más compañera;
más exacta en la curva que define
el silencio de siglos por tu carne
tronchada y perseguida y lacerada.
Muerte y tú. Vida y tú.
¡Que no hay descanso!


Para más información no duden en entrar en el siguiente enlace: http://elminerodigital.blogspot.com/2010/05/el-rincon-del-libro-aconsejado_70.html


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