5 de febrero de 2010

El conde (XX)

Autor: un gran amigo.

A grandes rasgos, era el perfil aproximado, de quien fuera primer Presidente de la Compañía que adquirió el principal enclave industrial de toda la Provincia de Huelva, consolidando su hegemonía económica y hasta política, no sólo en todo el territorio, si no mucho más de lo imaginable, en los años que sucedieron al antes dicho 1883 y en cuya época aún no se vislumbraba hasta cuando se extendería semejante poder.


Por consiguiente y parodiando el léxico marinero, podríamos semejar a ese repetido poder, navío armado de imponente artillería, situada a babor y estribor que, tan solo con su presencia, intimidaba al más bravucón adversario.

No obstante, el correr de pocos años más, llegó a un determinado punto en el que nada de bravuconas tenían las voces que se hacían oír por doquier en las tierras onubenses, castigadas por los humos en combustión de las “teleras” instaladas en el infernal valle situado entre Rio Tinto y Nerva, esquilmando con sus venenosos vertidos de ácido todo vestigio de plantas y arboleda que abrazaba su incontrolable volatidad, en tanto que los efectos, a nivel humano, eran evidentemente perniciosos. A la ruina de la producción agrícola y ganadera se sumaba la amenaza sobre la vitivinícola en el condado, según el rumbo de los vientos.


Un clamor popular, iniciado en los municipios próximos a las minas, en los cuales eran prevalentes distintos intereses ajenos a los mineros, se vió fomentado e incluso instigado por latifundistas y pequeños propietarios de tierras de labor para, de alguna manera,hacer patente justa queja en sus respectivos Ayuntamientos. Entre otros, en principio, tuvieron rápida acogida los de Calañas y Zalamea, permaneciendo en "comprensible silencio" los obligados a soportar, en suelo propio, las terribles calcinaciones.

Es lógico suponer que Alicia no era ajena a esa especie de “confabulación” que se gestaba por personas e instituciones municipales, a fin de presentar un frente común de lucha, a la tan denostada y poderosa The Rio Company, Ltd.



1 comentario:

  1. No hay fecha mejor para seguir disfrutando de esta obra. Gracias amigo.

    ResponderEliminar