20 de abril de 2010

El Rey


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Autora: María Márquez Gento.
Clavó sus ojos caobas sobre los míos y entonces lo supe.
Descubrí que todo era cierto, que tenía un pasado, un ayer dónde fue otra persona; una persona feliz. Un pasado de manteles a cuadros, de cestas de mimbre, de comida casera, de siestas al aire libre, de familiares domingos agrestes.
Empezaron entonces a inundarme cientos de sensaciones; sentí un intenso olor a pino y a mar, sentí el calor del sol del estío sobre mi rostro y mi boca se colmó de sabores afines. Y allí, perdido en el fondo de su mirada, vi al niño que algún día fue, el niño tierno de rodillas maltrechas, agasajado de besos y arrumacos, al que un día trataron como al Niño-Dios.
Escuché esa anciana voz narrando historias de bravos y rudos marineros que buscaban en tierras lejanas una patria dónde empezar de cero. Y allá a lo lejos sonaba el mar, siempre el mar, el mar, el mar…Una vieja máquina de coser repiqueteaba sin parar, y los niños, allá en la plaza, jugaban a la guerra, a los toros…fingiendo ser mayores.
Sentí súbitamente, como una mano callosa agarraba suavemente la mía arrastrándome tras ella por calles blancas y estrechas, que conducían todas al mismo horizonte azulino e infinito. Empedradas calles salpicadas de conocidos rostros que al pasar nos saludaban con palabras cálidas y transparentes.
Entonces lo supe, descubrí que todo era cierto, aquel huesudo y harapiento, de caobas retinas, al que cada mañana esquivaba al cruzar la esquina, siempre dijo la verdad a gritos. Hubo un tiempo en que había tenido un reino, un castillo y un séquito. Hubo un tiempo en el que había sido un rey.

2 comentarios:

  1. Cuánto tiempo sin pasar por Cronocracia y sorpresa! María eres un crack!! no dejes de escribir.., ayer estuve por tu tierra y leí algo interesante a ver si algún día lo comparto contigo!! un abrazo

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  2. ¡Qué verdad Chan! Es un privilegio disfrutar de la escritura de María.
    No tardes tanto tiempo en entrar en tu blog, que te echa de menos.
    Un abrazo amigo.

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