Autora: María Márquez Gento.
LLUVIA
Cuando tu cielo esté gris
y la tristeza te invada.
Cuando te quedes sin razones
o sientas que eres tan frágil
que te diluirás con una
simple gota de lluvia.
Cuando el furioso aguacero
frene tu caminar.
Cuando los rayos
y los truenos siembren
el miedo en tu corazón,
y te impidan ir y venir
danzando alegre
en busca de tu sino.
Cuando la lluvia te empape
hasta los huesos
y la tormenta te obligue
a guarecerte,
por que ya ni siquiera logras
ver el camino.
No lo dudes,
acércate y llama,
pide posada,
golpea sin temor
la puerta tras la que te aguarda
ese corazón afín que palpita
al mismo ritmo que el tuyo.
Refúgiate en las voces,
en los gestos acogedores
de aquellos que son tu hogar,
tu morada,
tu consuelo en las horas
en las que el mundo se hace grave.
Ve en busca de su calor,
de esas luminosas palabras
que disiparan tu desdicha.
Allí y sólo allí verás,
como poco a poco,
comienza a escampar
esa brutal tormenta
que deslució tu día.
Se te echaba de menos por tu blog, y más si aportas algo tan fabuloso como esto último.
ResponderEliminarGracias.
Maravilloso!!!!!!
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