29 de marzo de 2011

Sobre Río Tinto (XII)


Es un placer retomar el trabajo del amigo y maestro Pedro Real "Sobre Río Tinto" después de muchos meses en el que, por mi propia incompetencia, no publicamos estos maravillosos artículos que nos hacen disfrutar.


Es post en concreto continúa la historia de Alfred Milner, cuarto Presidente de la Río Tinto Co. Por tanto, para no dejar nada atrás y entender esta lectura es recomendable leer el inicio AQUÍ. Una vez hecho esto, seguimos con el trabajo de Pedro Real.


El personaje es tratado en el libro ya mencionado, no relacionándole directamente con el tráfico de la droga, aunque sí con familias cuyos negocios y fortunas, en parte, derivaban de ello. No parece que esto fuese causa delictiva, a nuestra manera de entender, e infiriendo de lo expresado por el Sr. Steinberg, que esas conexiones eran significativas sólo, por posicionamientos ideológicos con grupos ó individuos afines a sus propias convicciones.


Sin embargo, censurable es la endeble moralidad de Lord Milner, permitiendo la flagelación a obreros chinos, en África del Sur en tanto, en su edulcorado discurso, pronunciado en el Club de Bella Vista RT, el 29 de Enero de 1914, con ocasión de entrega de medallas a los componentes del equipo de rescate del Pozo Alicia, dijo:


“…el hecho que conmemoramos demuestra que cuando se trata de socorrer a la humanidad doliente, en todos los pechos nobles, late el mismo sentimiento humanitario que une a todos, sin distinción de clases, nacionalidad ni jerarquía, en un mismo anhelo, cual es el de socorrer al que padece”.


Cualquiera que haya dado un repaso a todo lo escrito sobre la biografía de tan célebre personaje, no abrigará dudas, describe al individuo que, cual producto de la época en la que le tocó vivir, asimiló y se consagró al imperialismo más arraigado en la sociedad de su país cuya doctrina acunó todo el siglo XIX en general y su país, en particular.


Lógico comprender, pues, su amistad con Cecil Rhodes así como la cita manifestada por otro gran amigo como fuera Rudyard Kipling, este último, anglo-indio, apóstol y poeta enaltecedor del Imperio Británico, quien solía decir: “que los pocos políticos que admiraba, de verdad, eran J. Chamberlain, Rhodes y Milner, junto a los canadienses escoceses, Aitken y Law…”



Su alto, pero corto mandato, sobre las Minas de Rio Tinto (1921-25) comenzaría con el matrimonio (2º) contraído con Lady Edward Cecil, el 26 de Febrero 1921, según “The New York Times” del día posterior, y al que seguirían años en los cuales conocería una forma nueva de gobernar España con el pronunciamiento en Barcelona (Sept. 1923) del Gral Primo de Rivera que obligarían a la Compañía de Rio Tinto a un cambio en sus relaciones futuras con la Administración.



No llegaría muy lejos su gestión minera, al interponerse en su singular carrera la “Encefalitis Letárgica” (Considerada epidemia entre 1917-28) y descrita por el Dr. Constantin von Ecónomo en su libro, “Encephalitis Letárgica its sequelae and treatment”.


Falleció el 13 de Mayo de 1925 en Sturry Court, Canterbury, Kent y un palpable recuerdo ó memorial, con su busto de fúnebre orla, le fue dedicado en la Capilla de Enrique VII en la Abadía de Westminster con la austera inscripción.: “Lord Milner. Servidor del Estado. 1854-1925”.


No fue olvidado en Huelva, donde en todos los edificios de la Compañía, a media asta, ondeó la bandera británica y la colonia de residentes celebró, en la Capilla protestante, un servicio funerario oficiado por el Rvd, Canon Fergus, por el alma de quien en vida, además de diversos honores, fuera masón, “Vigilante de la Gran Logia unida de Inglaterra”, quién entre otros, lo expresa Ernesto Milá en su Blog, Infocrisis.







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