11 de junio de 2016

Autora: Cinta Gómez.

Cuando cae la noche y solo estamos mi copa de vino y yo;

Cuando el silencio y la oscuridad se imponen;

Cuando la luna es la única que me ve…

ahí, en ese preciso instante,

no escondo mi miedo tras mi sonrisa,

no me pongo la máscara de la broma para tapar mi tristeza.

Mientras ella duerme, mis lágrimas corren más deprisa

Y ya no soy la gran mujer, fuerte y luchadora, cuyo papel tengo bien ensayado y aprendido.

En ese instante vuelvo a ser la niña, que duda, que no sabe, que patalea de puro temor.

La soledad se sienta a mi lado, la miro a los ojos y encuentro paz y agobio en la misma medida.

De día sin ni siquiera pensarlo, hacia adelante, sin tiempo para ni siquiera abrir la boca, voy tirando del carro.

De noche, con la sinceridad en las manos, desnuda y desprotegida, todo se paraliza y no veo más allá.


Y tu vida...también está...disgregada?

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