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Autor: Carlos González Caballero. Historiador.
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Hoy como cada mañana me dispuse a leer el periódico. Se nota en el ambiente el clima algo crispado, la gente está nerviosa por cómo se van a desarrollar los acontecimientos, cómo salir de esta situación tan negativa. Se huele en el ambiente una época de cambios, de transformaciones, por eso hoy tengo unas ganas especiales de leer la prensa, parece que en estas situaciones es cuando uno sale más de su burbuja y se pregunta como está la situación general, como les va a los otros, si les está pasando lo mismo que a uno mismo. Hoy parece que me cuesta menos pagarle los 10 céntimos al chico de los periódicos y aprovecho el buen día para leerlo sentado en un banco, acompañado de este sol tan saludable de primavera.
Pasadas las esquelas del principio, llego a los artículos de opinión, aquellos que iba buscando, deteniéndome en uno que me llama la atención, “La tabla redonda”, de Luis de Zulueta, donde se habla de lo que se ha llamado el espíritu de Ginebra, de la moda de las reuniones de tabla redonda: Tribunal de la Haya, Locarno, Sociedad de Naciones. Además, me llama la atención el espíritu de los que las componen: los Estados, que se disponen a pegar, pero que se han convencido en no pegar sin escucharse, ante todo hay que ser civilizados.
Una de estas mesas de tabla redonda será la próxima Exposición Colonial Internacional de París, vista por el autor como una especie de sala de trofeos de las potencias colonizadoras más que como una exposición cultural, pudiendo dar la vuelta al mundo en 80 minutos, mucho más rápido que la imaginación de Julio Verne, siendo para el escritor uno de los principales avances el despertar de los pueblos de África y Asia.
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Sigo pasando páginas en mi diario y ahora llego a la información de mi ciudad, me acomodo, descubro que nos esperan tiempos de dura prueba, no sólo aquí en Barcelona, sino en toda España, quedando el país en una situación difícil tras las elecciones de antes de ayer, donde el pueblo se volcó, no teniendo impaciencia a pesar de tener que haber esperado 8 años para ejercer su derecho, no ocurriendo alteraciones del orden ni sobresaltos, demostrando civismo y pidiendo el cambio.
Asimismo, leo un manifiesto conjunto de republicanos y socialistas, quienes consiguieron la victoria en la lucha electoral y que sienten la necesidad de destacar la importancia de la jornada del 12 de Abril, siendo un acto único en la historia de España, aunando emoción civil y entusiasta convencimiento, siendo para ellos un plebiscito, desfavorable a la Monarquía y favorable a la República. Sólo ven una solución: las instituciones más altas del Estado se deben someter a la voluntad nacional, debiendo implantarse la República. Me detuve en los nombres de quienes firmaban el manifiesto, pensando que serían nombres que seguro iba a escuchar mucho en las próximas fechas: Niceto Alcalá Zamora, Fernando de los Ríos, Álvaro de Albornoz, Santiago Casares Quiroga, Miguel Maura, Francisco Largo Caballero, Alejandro Lerroux.
Tras la actualidad provincial y nacional, los deportes, leyendo los resultados de los equipos de siempre que compiten en el Campeonato de España: Barcelona, Real Sociedad, Sevilla, Arenas, Cultural Leonesa, Logroño, el Iberia de Zaragoza, con resultados más o menos esperados, destacando la victoria del Barcelona sobre el campeón extremeño, el Cultural Don Benito, por 9 goles a 0 y dentro del fútbol internacional, la derrota de nuestros vecinos portugueses por 0 a 2 frente a Italia, destacando el intento de un escaso grupo de provocar un alboroto contra el colegiado catalán, al que tuvo que salvar la policía. Seguro que este tipo de comportamientos pronto serán sólo recuerdos.
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Sigo pasando páginas de mi diario, ahora buscando planes para la tarde, destacando en la zona de novedades cinematográficas. Entre la cartelera, compruebo cómo sigue desarrollándose la lucha entre las principales productoras americanas: Paramount y Metro Goldwyn Mayer. Imperio Argentina (la novia de España) con Su noche de Bodas en el Coliseum; también debe estar interesante Tempestad en el Mountblanc, en el Kursaal y Capitol o una producción de Metro Goldwyn Mayer: Sevilla de mis amores, pero ya me decidiré más tarde.
Hojeando en la sección internacional, compruebo que el revuelo que se ha instalado en España, tiene repercusión en los demás países. En la vecina Francia, Le Petit Parisien alude a “una gran ola republicana que invade España” y L´Homme Libre sentencia que “las elecciones son un verdadero plebiscito republicano español”; En EE. UU., el diario Sun alude a que las elecciones revelan “un sentimiento de aplastante desafecto a la monarquía”, siendo iguales los diarios británicos, donde se destaca la gravedad de los sucesos en España, resaltando la victoria republicana.
En otras noticias sueltas, compruebo cuáles son los temas de más importancia en EEUU: los problemas del paro y las soluciones que pretende su presidente Hoover, los conflictos del Estado con las petroleras al adquirir éstas un control cada vez mayor sobre la producción y comercialización y la intervención militar en Nicaragua de tropas norteamericanas.
Por último, y mientras voy cerrando el periódico, me fijo en uno de los innumerables anuncios que completan el diario, que me recuerda que debo de hacer una compra antes de llegar a casa, pero teniendo cuidado de no comprar imitaciones, esos fijapelos a granel que se parecen tanto a mi marca favorita.
Una vez que me levanto y me dirijo a mi casa, me da por pensar en el futuro, en que pensarán las generaciones futuras sobre los acontecimientos que están pasando en la actualidad y sobre todo, en si los problemas del futuro serán parecidos a los del presente: enfrentamientos entre países, problemas políticos que no sabemos donde nos llevarán en la actualidad, si los norteamericanos seguirán con esta moda que últimamente les está haciendo intervenir militarmente por doquier, ¿habrá problemas de paro en el futuro?¿de verdad que el control del petróleo será tan importante pasados los años?, ¿será verdad el despertar de los asiáticos y africanos? ¿les dejaremos? Muchas veces pienso que algo debe cambiar, que problemas como los intentos de agresión a los árbitros en los partidos de fútbol o los intentos de algunos fabricantes de aprovecharse de la fama de las marcas famosas para vender sus productos son problemas que ya se habrán superado en el futuro, la especie humana siempre tiende al progreso.
Ya estoy de nuevo en mi casa, por la calle cada vez noto una mayor intranquilidad, siento que este 14 de Abril de 1931 no va a ser un día más, algo va a cambiar.
78 años de esa mañana ilusionante, emocionante como nos muestra Carlos que se cortó por los cañones y las cruces de los sublevados. ¡Que pena!
ResponderEliminarGracias Carlos y enhorabuena por tu trabajo.