1 de agosto de 2009

Nota

Autora: María Márquez Gento.

Imagina, tan sólo imagínalo, que un día, un día cualquiera o cualquier día de estos, a primera hora de la mañana llaman a la puerta de tu casa. Dejas lo que estabas haciendo y acudes a abrir inmediatamente.

Miras por la mirilla y no ves a nadie.

Preguntas, por si acaso tus ojos te traicionan “¿Quién es?, ¿hay alguien ahí?”. Nadie responde, no hay nadie. Sigues inspeccionando por la mirilla sin atreverte a abrir y descubres tirado en el suelo un papel. Abres la puerta, con cierta cautela, desconfiad@, y llen@ de curiosidad recoges el papel.

Es un folio doblado, inmaculadamente blanco, escrito con letras recortadas de alguna revista. Coloridas letras pegadas a modo de collage que componen un texto, una excéntrica nota que dice más o menos lo siguiente:

“¿Crees en lo extraordinario?:

Soy Dios, hasta ahora tu Dios.


Créeme.


Tengo secuestrada tu alma.

Lo siento, se ha roto un poco al robártela esta noche, ahora ya no vale demasiado. Si quieres que te la devuelva, deberás aprender que ya no quiero ser un modelo a seguir para nadie, ya me cansé de tantos dictados, que claro, luego tengo que pararme corregir.

Si quieres un alma nueva, avísame, ya sabes como, para que acabe contigo lo antes posible.
Espero noticias tuyas pronto mi fiel creyente. No puedes andar por ahí desalmada más tiempo, a merced de sólo yo sé que diosecillos malformados. No te precipites en tomar una u otra decisión. Aún tenemos algo tiempo, al fin y al cabo yo soy el jefe, pero eso sí, no tardes demasiado no vaya a ser que te posean y yo ya después no respondo.
FIRMADO: TU DIOS


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¿Qué clase de broma era esa, que ocurrencia? ¿Que quería decir la nota? ¿Quién o quienes eran los guasones creadores de ella? Miras para uno y otro lado, intentas encontrar algo que te desvele la autoría, quién depositó el papelito ahí y llamó a tu puerta.

Vuelves a entrar.

Cierras la puerta tras de ti.

Te sientas.

Lees y relees el texto que ya para entonces casi te sabes de memoria mientras sigues buscando ciertos porqués.

-¿¡Dios, mi alma, secuestro!?,¡ no entiendo nada!-pronuncias en voz queda para ti misma ya que estás sola en casa.

Pasan los minutos y poco a poco vas olvidando la nota, racionalizando su contenido y restándole importancia.

Sigues con tus quehaceres cotidianos.

Pasan las horas.

Comienza a anochecer .

La nota ya no está, desaparece, la habrás guardado en algún cajón para olvidarte de ellas.

Llega la noche, tienes sueño, decides irte a la cama. Te acuestas y enseguida te quedas dormid@.

A la mañana siguiente, te despiertas sobresaltad@, no sabes bien porque.

Recuerdas…la llamada a la puerta, la nota, el mensaje de secuestro.

Buscas por los cajones la nota, pero no das con ella. Sigues buscando y nada, ni rastro, a desaparecido o tal vez nunca existió, comienzas a plantearte. Tal vez tan sólo fue un sueño, uno de esos sueños raros que de vez en cuando te asaltan.

Pasan los días y tu vida sigue igual, sólo en el fondo de tu ser sientes que algo ha cambiado, que ya no eras el/la mism@, que algo falta en ti.

Imagina, tan sólo imagina, que un ocioso Dios se revela y comienza a mandar misivas a todos sus fieles para ponerles a prueba o para uno u otro fin . Imagina, ¿cuál sería el contenido del mensaje de tu Dios?.

Imagina que un día cualquiera o cualquier día de estos , Dios te abandona, o encuentras alguna misteriosa prueba que demuestra su existencia…

Imagina…tan sólo imagínalo.

3 comentarios:

  1. Imagino que mi nota pondría:

    "Nos os preocupéis por mí y mucho menos guerrear, pelear y adoctrinar por mí. ¡Sed libres!"

    Gracias María.

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  2. Pues en la mía pondría:
    "Gracias por no perder el tiempo conmigo, ya que así no tendré que perderlo yo contigo"

    Saludos!!

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  3. Mi Dios sería preciso, hablaría sin ambages ni circunloquio , diría algo así como:
    "No resido en las talladas imagenes expuestas sobre la repisa de ningún edificio.No me busques en sagrados libros,en templos ni altares.
    Si algún dia me necesitas busca dentro de tí, tu voz es mi voz, tú eres mi albergue y morada. Tus obras y acciones hablaran de mi.Seré tu verdad, pero muéstrate flexible, deja que cada cual me intreprete a su manera.
    AMA Y INTENTA SER FELIZ, este será mi unico mandato"

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