4 de marzo de 2010

Los huérfanos de 1917

Este año se han escrito bonitas letras en los carnavales de Riotinto. Han sido humorísticas, críticas, serias, simples, complejas, con doble lectura o directas. Todas ellas válidas e interesantes que iremos recordando en esta ventana y en otros lugares a lo largo del tiempo. Pero hoy tenemos una histórica y no todas las anteriormente mencionadas podrán decir lo mismo más allá de esta semana, un individuo o un grupo concreto. Se trata de un pasodoble de 1919 para la comparsa "Los huérfanos de 1917" de los carnavales de Nerva.

Y de ella debemos aprender. No su lenguaje tan directo y explícito, si no su valor, coraje, ambición y falta de "autocensura" que hoy tanto predomina en nuestra vida cotidiana y con ella en nuestras actividades culturales. Pensamos en el contexto histórico, en el período de entreguerras, la falta de libertades según las entendemos hoy, la presión de los caciques (políticos y empresariales) y se nos hiela la sangre. Y no sólo por pensar que les pudo pasar, también por lo poco (o nada) que este año, en Riotinto le hemos cantado y críticado a los empresarios piratas y los políticos; a Nature Pack, Tubespa, Junta y Ayuntamientos. Algo ha habido, pero nada que nos haga saltar de nuestros asientos.

Según creo, aún nos queda mucho por aprender de nuestro pasado no tan lejano. Os dejo con la letra en cuestión que se encuentra expuesta en el Museo Minero "Ernest Lluch":

Cuando a Río Tinto venga
la ansiada renovación,
también se renovará
el cuello del Director.
Es preciso fumigarlo
como medida de higiene
y cortarlo de raíz
si para entonces la tiene.
Deseemos que lo pierda
por ahorrarnos el disgusto
de ver separar el cuello
de su envanecido busto.
Quiera la naturaleza
que muera pataleando,
para que queden vengados,
los pobres que están penando.
Hay que destruir esa plaga
de esos bichos venenosos
que vienen del extranjero
para explotarnos a nosotros.

Una letra dura, muy dura que muestra un contexto, una situación concreta. Hoy ni buscamos esto ni nos expresamos en letrillas carnavaleras así, pero, sin querer ser repetitivo, ¡que coraje y valor! ¿Y nosotros? ¿Falta de agallas? ¿Demasiada poesía? ¿No estamos aún con el agua al cuello para gritar de manera parecida? Ojala no estuviésemos en situación de expresarnos de manera parecida (ojo, sin cortar cabezas). Y yo pregunto: ¿lo estamos?

PD: es una autocrítica porque yo tampoco he escrito esas letras que ahora pido. ¿Falta de agallas? ¿Autocensura? Quizá.


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