27 de julio de 2010

Sobre Río Tinto (VII)

Autor: Pedro Real.

Continuación del artículo anterior.

HUGH MACKAY MATHESON

Entre 1843/44 viajó por diversos lugares de Inglaterra y Francia pero no sería hasta 1845 cuando inició uno que le llevó 18 meses en amplio periplo desde el puerto de Southampton para recorrer el lejano oriente al considerarlo ventajoso para emprender futuros negocios. Está documentada la afirmación de un colega suyo que refería el siguiente evento, que por su significativa importancia no podemos omitir:

“Después de la crisis de 1847, Mr. H.M.Matheson llegó a ser socio gestor de “Matheson & Co.,” llevándola con gran éxito hasta que el comercio con China dejó de ser remunerativo y la correspondiente firma allí. “Jardine, Matheson” prácticamente cesó, también, de exportar sus mercancías a Londres.
Mr. Matheson, entonces, procuró por otras vías invertir el gran capital de la casa: “THE RIO TINTO Co., Ltd” fue fundada y Mr. Matheson vino a ser Primer Presidente, cuyo puesto ocupó hasta su muerte.”

Cuando contaba 35 años, casó con Agnes Ann McFarlan el 20-7-1855 en su Edimburgo natal. A dicho matrimonio le nacieron 2 varones y 2 hembras. El primero de los cuales falleció a temprana edad, en tanto, al segundo, se le impuso el mismo nombre del padre, conservando (curiosamente) idénticos apellidos.

A resultas de diversas fuentes consultadas, conocemos variadas facetas de su vida personal como pueden ser, educación académica y religiosa, viajes pormenorizados, relaciones sociales de sorprendente nivel, honores y distinciones recibidas, accidente sufrido, así como el testamento de última voluntad y designación de herederos,lógicamente, otorgado en Londres, antes de su fallecimiento, que se produjo el día 8 de Febrero de 1898 como consecuencia de enfermedad coronaria.

Estimando son detalles extensos y desviarían la atención del eje primordial de nuestro tema (involución en el tráfico del opio), quedan suprimidos, por tanto, aunque no habría inconveniente en facilitarlos, si a título particular se solicitasen.

El parecer ó modesta opinión personal, sobre lo conocido del personaje, queda a la espera de ser manifestada, próximamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario