25 de septiembre de 2010

Sobre Río Tinto (VIII)

Autor: Pedro Real.

REFLEXIONES SOBRE Mr. H.M. MATHESON

Al pretender analizar la vida de un personaje tan importante, como sin duda lo fue el primer (1) Presidente de “The Rio Tinto Co.,” la impresión inicial que nos acomete es la perplejidad causada al comprobar determinada conducta empleada por quien, durante tantos años y a la vista de todo el mundo, daba ejemplo de intachable ética que, en otros aspectos, la oscurecen.
Son llamativos los comentarios, en público, atribuídos a él, por los Revdos, J.C. Gibson y Thomas Barclay, que así los narran en las pags. 168/70 del “Memorial of Hugh M. Matheson. The Misión in China”:

“No hay duda que aquí nosotros tenemos materia de grave reflexión para los cristianos de Inglaterra. Puede ser que, independientemente, de las opiniones que inducen al Gobierno de China a oponerse a la importación del opio –en parte sin duda, por motivos políticos y económicos- no puedo permanecer aquí, esta noche, evitando decir cómo deploro profundamente la posición de este país en la cuestión del opio.
Estoy obligado a mantener la opinión de que el Gobierno indio no tiene derecho para dictar a China las condiciones por las cuales ésta recibirá nuestro opio.
Todas las mejores autoridades, hombres quienes han vivido entre el pueblo, declararán enfáticamente, que fumando el opio, como se practica en China, es causa de enormes males e indecibles miserias entre sus victimas. Es un destructivo y denigrante vicio”.

Quedaba evidenciado, con lo que antecede, su repulsa al tráfico de la droga y, ello concuerda con el rechazo al ofrecimiento de su primer empleo para ingresar en la “Jardine, Matheson & Co.,” que ya se expresó anteriormente.

Ingredientes para aumentar contradicciones sobre lo públicamente manifestado por Mr. Matheson, pueden ser 35 contratos, fechados entre los años 1856 a 1870, que hemos encontrado, suscritos por HUGH MACKAY MATHESON, AGENTE DE LA “JARDINE MATHESON” EN LONDRES, RADICADO EN EL 3 DE LOMBART STREET” y otras tantas personas para trabajar para dicha entidad, a bordo de barcos dedicados al comercio en los mares de China e India, cuyas ocupaciones iban desde maquinistas, caldereros, ingenieros, etc.

A la luz de este último apunte, adquiere credibilidad lo referido por aquel colega suyo que describía cómo Matheson, una vez finalizado el negocio del opio, colocó el capital, (suponemos que si no totalmente, quizás en gran parte) en la compra de Rio Tinto y, por supuesto, cobrarían valor las opiniones, tanto de David Avery; (“Nunca en el cumpleaños de la Reina Victoria”) como las de Carlos Arenas; (“Empresa, mercados, mina y mineros”) y es que, el exámen de la situación obliga a pensar si este caballero era o nó sincero con sus convicciones religiosas.
Pensamos que, como ser humano, al fin, tal vez se inclinó por la postura intermedia de poner una vela a Dios y otra al Diablo.




Nota:
(1) La primera reunión para constituir The Río Tinto Co., de la que se tiene constancia, se celebró en el Nº 3 de Lombart Street, (Londres) el 23 de Junio de 1873 estando presidida por Mr. A.G.Dallas pero,2 semanas después, -7 de Julio- fue elegido Presidente de la Entidad, H.M.Matheson, cargo que detentó hasta su muerte

1 comentario:

  1. Muchos problemas he tenido estos últimos meses para conectarme a Internet y lo peor de todo fue no poder publicar con asiduidad el trabajo magnífico de Pedro Real.
    Estoy de acuerdo con lo que comentaba José Manuel Tarrazo en un artículo anterior: "(...) me parece que has hecho un trabajo extraordinario e interesantísimo (...)".
    Me uno a sus felicitaciones.

    PD: seguiremos ampliando este trabajo.

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