Autor: Fernando Izquierdo Cuéllar.
Un par de años mas tarde, Rothchild enviaba otra vez las plantas a España, esta vez incluyendo eucalipto, yuca, los clemátides y plantas exóticas de Chile, del Tibet, de Nueva Zelanda y de otros lugares lejanos visitados por los cazadores y exploradores de plantas de Exbury. Pero después de eso, la historia de la granja experimental parece terminar, quizás debido a la salida precipitada de Walter Browning de Riotinto un año antes. La última carta de Rothchild fue para Sir Auckland Geddes, presidente de Riotinto, que parece no compartió el interés de Browning en este tema.
Kai Hase murió joven, a principios de los 40. La compañía continuó alquilando la granja a su viuda, que era del agrado de los ingleses y de los empleados españoles. Isabel Naylor de Mendez, cuyo padre era jefe de los talleres de Riotinto, primero en la mina y luego en Huelva durante los años 40, tiene muy buenos recuerdos de aquella época en la granja: “visitar la granja era un gustazo”, dice ella. “Alrededor del cortijo crecieron verduras y árboles frutales, y también guardaron cerdos y vacas. La granja proveía a los miembros del personal de leche, mantequilla y verduras frescas; y todas las mañanas eran traídos los productos recolectados en dos burros, y escogíamos lo que necesitábamos. La señora Hase dirigía entre 15 y 20 empleados en la granja. Era una señora encantadora que nos daba a los niños una maravilosa fiesta de Navidad. Había una pista de Badminton al lado de la casa, y arriba de la colina estaba lo que llamábamos El Castillo donde los niños intentábamos ordeñar a las vacas;¡pobres animales!"
Miembros del Foro "Minas de Riotinto Libre" también recuerdan la granja y a la encantadora señora Hase, y hacen mención a los inusuales árboles que rodeaban el cortijo, incluyendo las palmas, los nísperos y los caquis. Era también el lugar favorito para las comidas campestres, y el embalse del Zumajo era popular entre los pescadores.
La señora Hase continuó dirigiendo la granja con Vicente Delagado Gonzalez actuando como capataz, hasta que las minas fueron vendidas en 1954. Ella se retiró a Punta Umbria, donde vivio con la familia Sevidanes en el Hotel Esperanza, propiedad de la citada familia. Finalmente, volvió a Dinamarca, donde murió, dejando atrás mucho material fotográfico y documental referente a la granja.
Estos expedientes están siendo cuidados hoy por Manuel Sevidanes, dueño de la Taberna El Zumajo en Huelva, cuya bisabuela, abuela y madre sirvieron como amas de casa en el hogar de la famila Hase. Parece ser que este señor Sevidanes espera que le material resida finalmente en la Casa Museo de los Ingleses en Punta Umbría: una reproducción de los chalets que la Compañía construyó en la playa en 1880 para acomodar a los miembros de su personal en vacaciones.
Hoy, en el lugar de la granja experimental se encuentra Riotinto Fruit, una compañía hortícola moderna de gran escala que logra que su fruta llegue a muchos lugares del mundo. Pero nadie con los que hablé allí sabían nada de la granja experimental, y al conducir por sus terrenos vi obvio que se había borrado cualquier evidencia sólida de su existencia o al menos eran difíciles de encontrar. Me dijeron, sin embargo que excelentes informes ambientales, celosamente guardados, convencieron a los fundadores de Riotinto Fruit de que era posible producir fruta cítrica y otras frutas en esa tierra.
La señora Naylor de Mendez y los habitantes de la zona confirman que los edificios de la granja han desaparecido. Y parece que cualquier árbol plantado en el proyecto experimental de los años 20 se han perdido casi con certeza entre las miles de sinuosas filas de naranjos plantados por la Riotinto Fruit. Pero quizás un espécimen de los “Gordonias axilaris”, originaria de la alta Birmania esta creciendo entre los soportes de los robles que la Riotinto Fruit ha preservado entre los árboles anaranjados, o un vid exótica de Trpterigium se está enrollando alrededor de los postes de la cerca de los terrenos.
Espero que este interesante artículo os complazca y que poco a poco podamos ir ampliando, no ya por lo que respecta al señor y la señora Hase, sino por todos los operarios que trabajaron en este bello paraje y que fueron vecinos de Riotinto.
Seguiremos recopilando información.
Gracias Fernando por tan interesante artículo que da valor a un parte de nuestra historia no tan conocida. ´
ResponderEliminarComo siempre es un lujo poder alojar tus escritos en este blog.
Muchas gracias. Magnífica historia de esa interminable Historia de los ingleses por las cuencas onubenses.
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