30 de agosto de 2015

Más carcajadas de los dioses (II).

Autora: María Jesús Alonso.

-        Más carcajadas de los dioses, ahora han detenido a un compañero por "molestar" a no se qué politicucho. 
-        Ya te he dicho que no me gusta que les llames así...dioses... unos sinverguenzas es lo que son. Además, también te he dicho que no leas el periódico antes de acostarnos, que se te pone el cuerpo malo. 
-        ¿Y qué hago? Entre los hijos y los nietos no tiene uno tiempo y hay que enterarse a ver cómo va lo nuestro. 
-        Pues como va a ir, como siempre. 
-        ¡Ay Carmela! Toda la vida ahorrando para tener cuatro perras y ahora ni eso tenemos. 
-        Tenemos salud y unos hijos estupendos. 
-        Salud...el consuelo de los pobres. Pero es que si, al menos, nos lo hubieramos gastado nosotros, si lo hubieramos disfrutado. Yo hubiera querido salir de España, a donde fuera, estar en un sitio donde la gente hablara diferente. 
-        Jajaja. 
-        Sí, hubiera viajado Carmela. Y me hubiera ido con los niños a la playa todos los años pero sobre todo, ¿sabes qué hubiera hecho? Te hubiera comprado el anillo ese que vimos una vez en un escaparate, ese tan caro ¿te acuerdas? 
-        Claro que me acuerdo, cariño. Pero teníamos que ahorrar, ahorrar para el día de mañana porque sabíamos que tu pensión sería pequeña, ahorrar para el futuro, que no sabíamos qué nos depararía... 
-        Ahorrar para cuatro sinverguenzas, que les quitan la casa a la gente y luego no tienen lo que hay que tener para devolvernos lo que es nuestro. Dioses...dioses se creen esos que no pueden mirar a la gente a la cara. Porque nos han robado Carmela, nos han robado y nadie nos ayuda, nadie da la cara por nosotros. Viviendo como reyes con nuestro dinero mientras nosotros hacemos malabares para llegar a fin de mes. Y el mes que viene Diciembre... ¿y qué vamos a hacer en Diciembre? 
-        Pero no me llores Juanillo, por Dios, que me partes el alma. 
-        Dicen que les damos pena y yo no quiero darle pena a nadie, yo quiero lo mío...yo quiero justicia, no lástima.

 Después de un rato, Carmela ha terminado de recoger la cocina y se acuesta junto a su marido.

-        Juanillo, ¿estás dormido? 
-        Hmmmm 
-        ¿Tú crees que nos darán nuestro dinero algún día? 
-        Yo, desde luego, no pienso morirme hasta que me lo paguen.



No hay comentarios:

Publicar un comentario