9 de julio de 2010

Sobre Rio Tinto (VI)

Autor: Pedro Real.

HUGH MACKAY MATHESON

Quizás, por haber sido el “padre” y fundador de aquella célebre Sociedad que explotó las minas durante 81 años,“The Rio Tinto Company Ltd.,” sea más conocida su personalidad como primer Presidente de la misma, siendo recurrente describirla no solo en diversos escritos si no, también, de manera gráfica.

La más conocida y expresiva fotografía que de él nos llegó, con anterioridad a que la contemplásemos plasmada en el magnífico libro de David Avery, presidió por años, el despacho del Director Gral en la Mina, concretamente en el edificio de Dirección. La cámara le captó dejándonos la percepción del hombre maduro, entrado en pre-invernal edad, donde el sereno mirar se muestra suavizado, al tiempo que, complaciente, sobre invisible interlocutor a la espera de una palabra de aprobatoria acción.

Es posible imaginar que la placidez que le suponemos, proceda de una perseverante autodisciplina o, tal vez, del constante estudio de la Biblia que sostiene en la mano, cuya lectura y dogmas moldearon parte importante de su idiosincrasia.

Sería extenso describir la biografía, generada durante los 77 años en los que vivió y, aunque, no completo lo estudiado, es difícil ampliar más detalles sobre el singular personaje, tras haber transcurrido más de un siglo de su desaparición. No obstante, asumiendo mi propia ignorancia, pretendo compendiar con torpes pinceladas, lo obtenido acerca de la repetida biografía.

El “Chairman”, -como respetuosamente sería llamado por sus subordinados en Rio Tinto-, nació en Edimburgo el 23 de Abril de 1821, en el domicilio familiar situado en el 15 de Nelson Street. Era hijo del abogado escocés Duncan Matheson y de su esposa. Annabella Farquharson.

Cuando contaba 8 años falleció su madre a quien debía, a pesar de tan corta edad, el haberle imbuído la fe religiosa(fundamentada en la Iglesia Presbiteriana, -Protestante Reformada- cuyos dogmas bíblicos son seguidos bajo la interpretación de su principal mantenedor, Juan Calvino) y que, según él mismo, ya nunca abandonó, de tal manera, que llegaría a ser “soporte laico” de la misma, -similar a catequista ó diácono en la Iglesia Católica-.

Es necesario memorizar esta faceta para, posteriormente, conjugarla con su sentido de moralidad en el distinto –si bien, no opuesto- ámbito del mercantilismo.

A comienzos de 1843, le fue ofertado un empleo de trabajo en China en la firma “Jardine Matheson & Co.,” de la cual su tío James era socio. Parece ser, lo rechazó, argumentando su renuncia en la actividad primordial en la que se ocupaba aquella. El tráfico de opio.
Sí aceptó emplearse en “Magniac, Jardine & Co.,” –filial de la anterior- con sede en el 3 de Lombart Street (Londres)

Continuará...

1 comentario:

  1. Por fín podemos retomar este fabuloso trabajo de Pedro Real. Los compromisos estudiantiles me han impedido publicar el material que Pedro nos tenía preparados.
    Mis disculpas Pedro. Ojalá disfruten de este trabajo tanto como yo.

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